
Ruta por Letonia y Lituania en 5 días: Qué ver y consejos
Llevábamos bastante tiempo queriendo viajar a Letonia y Lituania, pero por unas razones o por otras siempre se nos resistía. Eso sí, nada que unos buenos vuelos baratos de Ryanair no pudieran solucionar. En una de mis batidas diarias por todos los comparadores existentes encontré unos vuelos de Madrid a Kaunas por menos de 35€ por persona (primer spoiler del presupuesto), así que me faltó tiempo para cogerlos y fantasear con nuestra siguiente experiencia por los Países Bálticos.
“¿Y qué hay que ver en Letonia y Lituania?”, os preguntaréis, al igual que lo hicieron nuestros amigos cuando les contamos que nos íbamos a pasar unos días a disfrutar del fresquito lituano… Pues ahora mismo os lo contamos todo: cuál fue nuestra ruta por Lituania y en Letonia, qué ver en los países bálticos, el presupuesto…
Lo primero que hay que tener en cuenta es que nuestro viaje fue a principios de diciembre, y esto es un dato muy importante porque, en esas fechas, a las 16:00 es prácticamente noche cerrada, por lo que teníamos hasta esa hora como “límite” para ver todo aquello que fuera en exteriores. Esto es algo muy a valorar, ya que si viajas en verano seguro que puedes sacarle mucho más partido a los días.
Sin embargo, al viajar en diciembre tienes el lado positivo de que encontrarás mercados de Navidad súper cuquis en las plazas principales de las ciudades. Eso sí, no os olvidéis de un buen abrigo y un montón de ropa térmica, porque hace un frío que pela.
Antes de comenzar con la ruta, os recordamos que podéis echar un vistazo a nuestra cuenta de instagram @viajeroextranjero, donde podréis ver nuestro viaje a Letonia y Lituania en las historias destacadas, ver nuestros alojamientos, los restaurantes, vídeos y fotos de cada ciudad, etc. ¡Os ayudará a preparar vuestro viaje de una forma mucho más entretenida!

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Ruta por Lituania y Letonia
Volamos de Madrid a Kaunas, llegando un domingo por la mañana y volviendo el siguiente jueves por la tarde. Fueron 5 días en total, cogiendo el coche de alquiler en cuanto llegamos al aeropuerto de Kaunas.
En un principio, pensamos dedicarle los 5 días a Lituania. No obstante, cuando vimos lo cerca que estaba la frontera con Letonia de la famosa Colina de Las Cruces … lo siento, no nos pudimos resistir. ¡Había que incluir al país vecino en la ruta como fuera!
Y dicho y hecho: reordenamos el planning inicial, reestructuramos la ruta, estrujamos un poquito todo y nos regalamos un día entero por la maravillosa Riga, que acabó siendo uno de los indispensables del viaje.
De esta manera, y a modo de resumen, en nuestro viaje de 5 días por Lituania y Letonia visitaremos:
- Kaunas
- Riga
- Colina de las Cruces
- Vilna
- Castillo de Trakai
Día 1: Kaunas y llegada a Riga
Llegamos a Kaunas a las 11:30 de la mañana. Teníamos un coche de alquiler reservado desde España, por lo que nuestra idea era recogerlo y salir pitando hacia Kaunas, ya que solo tendríamos unas poquitas horas antes de partir hasta Riga, que sería donde dormiríamos esa noche. Kaunas es una ciudad pequeñita y muy fácil de ver, aglutinando prácticamente todos sus atractivos alrededor de la Calle Vilna y la Calle de la Libertad, su eje principal. Pronto tendréis listo un post sobre qué ver en Kaunas en 1 día, por si os interesa profundizar más.

A modo de resumen, estos son los lugares imprescindibles que vimos en Kaunas:
- Castillo de Kaunas
- Plaza del Ayuntamiento
- Iglesia de San Francisco Javier
- Casa del Trueno
- Iglesia de Vytautas el Grande
- Catedral de San Pedro y San Pablo
- Vilniaus Gatvė (Calle Vilna)
- Laisvės Alėja (Avenida de la Libertad)
- Vienybės Aikštė (Plaza de la Unidad)
- Iglesia de San Miguel Arcángel
- Fuerte Noveno: Situado a las afueras de la ciudad y, para nosotros, indispensable.
Tiempo para visitar Kaunas | 4 horas |

Después de terminar nuestra última visita (el Fuerte Noveno), pusimos rumbo a Riga, y llegamos después de unas 3 horas y media.
Mucho ojo con esto: aparcar en Riga es bastante caro, por lo que, si vais con coche, consideramos indispensable encontrar un alojamiento que venga con plaza de aparcamiento incluida.
Nosotros nos alojamos en este apartamento y os lo recomendamos 100%: en el centro más absoluto de Riga, con parking privado justo al salir por la puerta, y con estas vistas tan espectaculares de la ciudad.

Día 2: Riga
Riga es una ciudad preciosa. Tanto es así que creemos que se convirtió en lo mejor del viaje… ¡y eso que no pensábamos introducirla en el itinerario!
Si tenéis tiempo y os cuadra a la hora de preparar vuestra ruta, pensamos que es un lugar que no os podéis perder.
Si la ciudad ya es una monada por sí sola, durante nuestra estancia en Riga no dejó de nevar ni un momento, algo que le daba un ambiente aún más increíble. ¡Era como estar andando por un cuento!

Uno de los aspectos que más nos gustaron es que, dentro del casco histórico, todo lo que hay que ver en Riga se encuentra a una distancia de, como máximo, 5 minutos andando. Es una ciudad muy pequeñita y súper fácil de ver, con lugares sorprendentes a cada paso. Además, está llena de edificios de estilo art-nouveau… ¡una preciosidad! Somos Riga-lovers, qué le vamos a hacer. Muy prontito terminaremos el post sobre qué ver en Riga en 1 día, donde os contamos toda la información de Riga con más detalle.

Como consejo, creemos que lo mejor que se puede hacer es callejear y perderte por sus bonitas calles. No obstante, a modo de resumen, estos son los lugares que no os podéis perder en Riga:
- Casa de los Cabezas Negras (la imagen típica de Riga)
- Subir a la iglesia de San Pedro
- Catedral de Riga
- Casa de los 3 Hermanos
- Plaza Livu
- Casa del Gato
- Puerta Sueca
- Monumento a la Libertad
- Catedral de la Natividad
- Jūgendstils (barrio repleto de edificios art-nouveau)
- Mercado Central de Riga
- Academia de las Ciencias
Tiempo para visitar Riga | 1 día y medio |
Para comer fuimos a un LIDO, un restaurante de una cadena letona. Es tipo buffet, de comida local. No es ninguna maravilla, pero es barato (salimos a unos 8€ por persona), está en todo el centro y te hace el apaño.

Día 3: Colina de las Cruces y llegada a Vilna
Después de haber estado nevando todo el día anterior y toda la noche, nuestra principal preocupación era cómo íbamos a conseguir sacar el coche del aparcamiento. Pero bueno, eso sería un problema del futuro, ahora lo que teníamos en mente era terminar de ver lo último que nos quedaba de Riga y salir hacia nuestra siguiente parada… ¡La Colina de las Cruces!
Uno de los imprescindibles que nos quedaba por conocer era subir a la Iglesia de San Pedro, desde donde se tienen unas vistas impresionantes de toda la ciudad. Así que imaginaos el chasco que nos dimos cuando nos dijeron que estaba cerrada y no se podía subir. No sabemos si fue porque estaban reparándola, por la nieve, o porque cierran en invierno. Lo preguntamos, pero los letones, en general y según nuestra experiencia, no son las personas más agradables del mundo.
Lo último que visitamos en Riga fue su Mercado Central, construido dentro de cinco viejos hangares de zepelines. Y de camino pasamos por el Palacio de Cultura y Ciencias, uno de los típicos rascacielos estalinistas como los que se pueden ver en Moscú o en Varsovia.

Así que, ahora sí, partimos hacia la famosa Colina de las Cruces, de vuelta en Lituania.
Este lugar es indescriptible. Lo habíamos visto mil veces en fotos antes de llegar, pero cuando lo ves en persona no puedes dejar de flipar. La cantidad de cruces, rosarios y figuritas religiosas que hay no tiene ningún tipo de sentido. Y si a esto le sumas que estaba todo rodeado por un manto de nieve y que estábamos absolutamente solos, os podéis imaginar lo guay que fue este lugar. Para nosotros, un imprescindible en cualquier viaje por la zona. Pronto os contaremos más sobre la Colina de las Cruces en un post independiente.


Tiempo en la Colina de las Cruces | 1 hora |
Después de hacer millones de fotos, dejamos atrás la Colina de las Cruces y pusimos rumbo hacia Vilna, la capital.
Igual que ocurría en Riga, considero indispensable reservar un alojamiento con parking incluido, ya que, de lo contrario, la broma puede salirte bastante cara. Nosotros en Vilna cogimos este apartamento, y no podemos estar más contentos: una casa enorme, con parking privado, y a 3 minutos andando de la catedral.
Como ya era de noche cuando llegamos a Vilna, simplemente nos dimos una vuelta por el Mercado de Navidad que montan en la plaza de la catedral, y fuimos a cenar al sitio más típico de la ciudad: el Etno Dvaras. Os lo recomendamos muchísimo. Es el más turístico, pero los precios son bastante asequibles (pagamos 13€ por persona) y está súper rico. Si queréis probar buena gastronomía local, no os lo podéis perder. No olvidéis pediros los famosos zepelines (cepelinai en lituano). Pronto escribiremos un post para que sepáis qué platos no podéis perderos de la gastronomía lituana.
Día 4: Vilna
Vilna es más grande que Riga y sus atractivos no están tan concentrados como en la capital letona. Pero vamos, que puede verse andando sin ningún problema.

Está claro que las comparaciones son odiosas, y es que viniendo de Riga es muy difícil ponerse a la altura. No obstante, Vilna es una ciudad súper bonita, a la que bien merece dedicarle un día entero en cualquier viaje por la zona. Además, si sois iglesia-adictos como nosotros, Vilna os va a encantar, ya que cuenta con 28 iglesias en su casco histórico. Y es que, aunque Lituania fue de los últimos países europeos en adoptar el cristianismo, hoy en día es uno de los más religiosos.

Aquí os contamos todo el detalle sobre qué ver en Vilna en un día, pero a modo de resumen estos son los lugares que no os podéis perder:
- Catedral de Vilna
- Pilies Gatvė (Calle del Castillo)
- Iglesia de San Juan (Universidad de Vilna)
- Palacio Presidencial
- Literatų Gatvė
- Iglesia de Santa Ana (indispensable)
- El barrio de Uzupis, el Montmartre lituano
- Plaza del Ayuntamiento
- Iglesia de San Casimiro
- Iglesia Ortodoxa del Espíritu Santo
- Iglesia de Santa Teresa
- Puerta de la Aurora
- Vistas desde la Torre de Gediminas
- Vista desde las Tres Cruces (indispensable)
- Museo de las Víctimas del Genocidio (indispensable)
- Iglesia de San Pedro y San Pablo (preciosa por dentro)

Estamos preparando un post con información más detallada sobre estos lugares y sobre qué ver en Vilna.
Día 5: Castillo de Trakai y vuelta al aeropuerto
No se puede viajar a Lituania sin visitar el castillo de Trakai. Es el símbolo del país y junto con Riga y la Colina de las Cruces entraría en nuestro top-3 de lugares más espectaculares del viaje. El castillo se encuentra en una pequeña isla a la que se llega por un puente de madera, por lo que la vista desde el otro lado es absolutamente preciosa. Y si a esto le sumas que estaba todo nevado, apaga y vámonos. La verdad es que es un lugar súper bonito y muy fotogénico. Además, se encuentra a apenas 40 minutos de Vilna, y está bien conectado con transporte público en caso de que no contéis con coche.

Eso sí, igual que desde fuera es un castillo de postal, por dentro no tiene prácticamente nada de interés. Siempre decimos lo mismo con este tipo de lugares, “ya que estás ahí hay que entrar”, pero realmente no os perderíais nada si os saltáis esa parte.
Una vez visto el castillo por fuera y por dentro, y después de quemar la cámara, pusimos rumbo de vuelta a Kaunas. Aún teníamos unas horillas antes de tener que ir al aeropuerto, así que aprovechamos para comer tranquilamente en un centro comercial gigante que hay en Kaunas en el que también podíamos aparcar gratis. Y no pudimos tener mejor final de viaje, porque casi sin saberlo, comimos en un restaurante llamado Talutti, en el que nos pusimos finísimos. Menuda fantasía, si os gusta la comida tipo americana y poco saludable, este es vuestro sitio. Aún seguimos llorando con el mac & cheese que nos pedimos, o con los batidos del postre.
Y de esta manera, con un poquito de grasas saturadas y con algún gramito de más, termina nuestro viaje de 5 días por Lituania y Letonia. Antes de empezar una nueva aventura siempre tienes puestas ciertas expectativas en lo que vas a conocer o en las experiencias que te vas a llevar, y este viaje ha superado con creces esas expectativas y hemos vuelto absolutamente encantados. Era invierno, hacía frío, parecíamos el muñeco de Michelin y los días duraban 7 horas, pero nos lo hemos pasado en grande y hemos disfrutado como niños.

Es un destino súper recomendable para una escapadita corta como esta, o para combinarlos con Estonia (e incluso Finlandia) en un viaje más largo. Si os animáis a visitar esta zona algo desconocida de Europa, os aseguro que os va a encantar.
Información práctica para visitar Lituania y Letonia
- Requisitos de entrada: Tanto Lituania como Letonia pertenecen a la Unión Europea, por lo que podréis viajar perfectamente utilizando el DNI español.
- Moneda: Por suerte, Letonia y Lituania adoptaron el Euro en 2014 y 2015, así que no os tenéis que preocupar de ningún cambio de moneda.
- Gastronomía: Siempre que viajamos al extranjero intentamos probar la comida local, y la gastronomía lituana nos encantó. No os podéis perder sus famosos zepelines (cepelinai en lituano), una masa de patata con forma de zepelín (quién lo iba a decir), que tiene una especie de salchicha en su interior. Buenísima.
- Coste de la vida: En contra de la idea que teníamos antes de viajar, no nos han parecido países nada caros. Al revés, el coste de la vida (comida, alojamientos, etc.) nos pareció que estaba por debajo del de España.
- Horas de luz: Al encontrarse a una latitud tan alta, los días en invierno son súper cortos (7 horas). Eso sí, en verano tendréis días de hasta 17 horas.
Mejor época para viajar a Lituania y Letonia
En este caso, la elección es muy fácil: si no quieres pasar un frío de pelarse, mejor ir en verano. Mientras que en verano tendréis unos muy agradables 16ºC de media, en invierno esa temperatura no subirá de los -1ºC. Eso sí, las lluvias son más frecuentes en verano que en invierno.
Nosotros fuimos a finales de noviembre/principios de diciembre, justo cuando abrían los mercados de Navidad, y os tenemos que confesar que no pasamos nada de frío. Bien es cierto que parecíamos el muñeco de Michelin, pero si quieres estar a gusto por los Países Bálticos en estas fechas no queda otra opción que viajar con ropa térmica, calcetines calentitos y un buen abrigo. CONSEJO: En Decathlon venden unos calentadores para los bolsillos y los pies que son auténtica magia, los abres al principio del día, se calientan solos y duran bastantes horas. Nosotros los llevábamos en un bolsillo interno del abrigo o en los bolsillos y ayudaron bastante a mantenernos calentitos.

Algo que tenemos muy en cuenta a la hora de viajar es intentar evitar las temporadas en las que suele haber más gente. En la época en la que fuimos nosotros no había prácticamente nadie por la calle, y pudimos hacer todas las fotos que quisimos incluso en los lugares más turísticos. Si tenéis la opción de viajar cuando queráis y queréis estar solos por Lituania y Letonia, el invierno es una muy buena opción: hay chollos de vuelos, las entradas a los sitios son más baratas, y seguramente disfrutaréis de un precioso manto blanco. Puestos a pasar frío, mejor verlo bonito, ¿verdad?
Transporte
A la hora de moverte, sobre todo si la idea es visitar varios países, lo mejor es alquilar un coche. El hecho de poder pararte cuando y donde quieras, y no tener que estar sujeto a ningún tipo de horario es una ventaja que consideramos insuperable. La libertad que te da el coche para moverte a tu antojo es algo necesario, sobre todo cuando tienes el tiempo bastante ajustado y no puedes “permitirte” estar atado a posibles horarios.
No obstante, a la hora de planificar el viaje, también valoramos la opción de movernos en transporte público, sobre todo al principio, antes de plantearnos ir a Riga, cuando pensábamos que solo íbamos a visitar Lituania. Si tenéis pocos días y vuestra idea es visitar Kaunas, Vilna y Trakai, quizá sí que os compense moveros en transporte público, ya que Kaunas y Vilna están muy bien conectadas por bus, y desde Vilna también salen buses con bastante frecuencia hacia Trakai. Si, además de esto, también queréis visitar Riga o lugares más específicos como la Colina de las Cruces, moverse en transporte público puede ser algo más costoso y, sin ninguna duda, menos económico que alquilar un coche.
Las carreteras de Lituania están bastante bien, así que si finalmente os decidís a alquilar un coche podéis estar tranquilos, la gente conduce bastante calmada y nosotros no tuvimos ningún tipo de problema.
Para ir desde Kaunas a Riga el camino fue algo más pesado, porque la carretera era lo que en España sería una carretera secundaria, con límites de velocidad entre 90 y 70km/h. No obstante, a la vuelta de Riga, en dirección a Vilna ya sí pillamos autopista con límite de 110km/h en invierno y 130 en verano.
Vuelos
Desde España hay bastantes conexiones tanto a Kaunas como a Vilna con compañías low cost como Ryanair y Wizzair. Simplemente hay que estar un poco atento a los precios y a las posibles ofertas que estas compañías puedan poner. Nosotros, por ejemplo, los billetes de ida y vuelta de Madrid a Kaunas nos salieron a 34€ por persona. Un chollazo.
Qué ver en Lituania en un fin de semana
Si solo contamos con un fin de semana y voláis a Lituania, nosotros nos quedaríamos únicamente con Vilna, Kaunas y Trakai. El trayecto entre Vilna y Kaunas se hace en poco más de una hora, y aunque no tengáis coche de alquiler (en este caso quizá no sería necesario), hay bastantes conexiones de bus entre ambas ciudades. En este caso, nosotros reservaríamos un día entero para Vilna, repartiendo el resto del tiempo entre Kaunas y Trakai.
Qué ver en Lituania y Letonia en una semana
Aparte de lo que os hemos comentado, hay dos lugares que os aconsejamos visitar, y que nosotros no pudimos conocer por falta de tiempo. Es lo que tiene viajar en invierno, que los días duran la mitad y había que hacer sacrificios.
Palacio de Rundale
En el trayecto desde Riga hacia Kaunas o Vilna, sin desviarse demasiado del camino podemos conocer el Palacio de Rundale, un impresionante complejo palaciego con preciosos jardines al estilo Versalles, que estamos seguros de que os encantarán. A nosotros se nos ha quedado clavada la espinita de no poder visitarlo por falta de luz…
Grūtas Parkas
Si os gusta el arte brutalista propio de la Unión Soviética, y os atraen esas esculturas tan altivas y esos bustos tan grandilocuentes de los principales líderes soviéticos de la época, este parque será una fantasía para vosotros. Lituania, junto con el resto de Países Bálticos, fueron las sociedades que más se opusieron al régimen comunista que se había impuesto en su territorio. Cuando cayó la Unión Soviética, muchas de las esculturas y estatuas que había repartidas por el país fueron trasladadas a este parque en lugar de ser destruidas para siempre. Un lugar súper curioso e interesante que nos hemos quedado con ganas de conocer.
Y hasta aquí nuestras recomendaciones sobre este viaje, espero que nuestra ruta os haya sido útil para planear vuestra visita a Letonia y Lituania. Te recordamos que puedes seguirnos en instagram para seguir nuestros viajes de una manera más entretenida. ¡Hasta pronto viajero!

